Desde Wingu, trabajamos para consolidar la tecnología para impulsar el cambio social en América Latina. Esta búsqueda nos plantea la responsabilidad de crear, generar, configurar y evaluar diversas herramientas tecnológicas, y con ello la necesidad de ser conscientes sobre los estereotipos y sesgos que la tecnología puede esconder para asegurarnos de fomentar la igualdad de oportunidades.
Es por esto que trabajamos la temática de género desde diversas perspectivas: en los proyectos que realizamos, con las instituciones aliadas que trabajamos, en la tecnología que creamos, en el equipo que conformamos y los valores que compartimos.
Hacia el interior de nuestra organización, una de las primeras acciones fue la creación colaborativa de la Política de Maternidad y Paternidad de Wingu, que establece 14 días de licencia para la pareja de la embarazada o en caso de adopción, y licencias por estudios médicos para la madre y/o su pareja, entre otras cosas.
Desde ese momento, se abrieron espacios de debate en el equipo. En 2017 realizamos un taller junto a una consultora (Grow, Género y Trabajo) para trabajar institucionalmente el tema género. Buscamos entender algunos conceptos, las dimensiones de la desigualdad, generar debates y conocer dudas del equipo. Este tema se retomó en el encuentro interno anual (WinguBeach), a finales de dicho año, donde debatimos sobre los valores y acuerdos que queremos respetar como equipo (además de temas de género, hablamos de inclusión, no discriminación, escucha activa, etc). Los debates continuaron en almuerzos y encuentros informales, reflejándose en cambios de procesos internos, como la creación de un manual que establece cómo hablamos en las redes sociales y comunicaciones de Wingu.
El 8 de Marzo de 2018 realizamos un taller interno donde abordamos un debate a través de preguntas disparadoras. Esto permeó en otros procesos internos, como por ejemplo la búsqueda de nuevas personas. El equipo de desarrollo de tecnología elaboró en conjunto una búsqueda para sumar a una persona más, teniendo en cuenta la premisa que las mujeres se postulan en menor porcentaje que los varones en caso de no cumplir con el 100% de los requisitos del puesto. La nueva descripción de puesto llevaba aclaraciones sobre requisitos obligatorios o no y una invitación especial a aplicar para mujeres, logrando un mayor porcentaje de postulaciones de mujeres que en otras búsquedas anteriores de Wingu.
Conociendo además el bajo porcentaje de mujeres que estudian carreras de tecnología, desde Wingu hemos decido participar y colaborar de programas de formación para mujeres y de comunidades de mujeres en tecnología para fomentar que haya más mujeres en la industria.
La diversidad en el equipo y en roles de liderazgo también es un eje importante que revisamos de manera continua, actualmente el equipo se conforma de la siguiente forma:
Co-dirección Ejecutiva: 50% Mujeres / 50% Varones
Roles de Coordinación: 75% Mujeres / 25% Varones
Equipo: 55% Varones / 45% Mujeres
Como mencionamos inicialmente, la búsqueda de la igualdad también es necesario aplicarla a nuestros proyectos: a la tecnología que creamos, a los diseños que realizamos y a la conformación de paneles para los eventos que realizamos. El desafío es no fortalecer el estereotipo de género a través de la tecnología.
En 2018, por ser parte de la comunidad ALTEC contamos con el asesoramiento de la consultora PARES, pudiendo acceder a nuevo material, que compartimos con el equipo, junto a libros y otros recursos que veníamos difundiendo. Este asesoramiento nos permitió re-pensar algunas prácticas de los proyectos de desarrollo de tecnología. En el caso de la plataforma Caminos de la Villa, una de las conclusiones fue que las reuniones en los barrios debían cambiar de horario para que puedan participar más mujeres a la hora de la toma de decisiones. También repensamos el lenguaje que utilizamos, muy comúnmente hablábamos de “vecinos” y “usuarios”.
Este aprendizaje se aplicó a otros proyectos de Wingu, donde revisamos el lenguaje de la plataforma para que sea inclusivo, como así también la inclusión de gráficos/íconos representativos, notando que en las galerías de iconografía más populares se encuentran íconos de médicos, pero no de médicas, o de enfermeras, pero no de enfermeros. En algunos casos, tuvimos que diseñar iconografía propia para que sea inclusiva.
A través de nuestra participación en paneles de tecnología y género y de la divulgación de esta información, buscamos compartir las experiencias que surgen al momento de pensar la tecnología cívica con perspectiva de género y seguir recibiendo otras miradas sobre esta temática, que todavía tiene muchos desafíos por delante.
En el camino, hemos tenido la posibilidad de expandir estos debates con otras instituciones aliadas, compartir buenas prácticas y pensar en conjunto nuevas formas de hacer nuestro trabajo. Actualmente, nos encontramos trabajando en un manual de conducta colaborativo interno y para los eventos que realizamos. Este es solo el inicio del camino, que recorremos con apertura para seguir aprendiendo y mejorando cada día.
Constanza Infante (Coordinadora de Desarrollo de Tecnología), Ximena Arrieta Borja (Country Manager México) y Carolina Barada (Co-Directora Ejecutiva)