El pasado miércoles 1ero de julio realizamos la 17º edición del FITS, el Festival de Innovación y Tecnología Social. Fue una versión muy especial: la primera 100% digital y regional. La idea surgió cuando llegó la emergencia sanitaria al continente y vimos cómo cada organización se adaptó de un día para el otro al trabajo remoto, aprendió a usar todo tipo de herramientas tecnológicas y exprimió su creatividad para seguir acompañando a sus comunidades, que tanto necesitaban de su ayuda.
Vimos a todas las organizaciones pasando por lo mismo, y nos dimos cuenta que estamos frente a una oportunidad de compartir estas experiencias y llevar la colaboración a otro nivel. Fue así que nos propusimos poner a disposición un entorno que permitiera compartir y potenciar esa inteligencia colectiva: el FITS también tendría que adaptarse.
En sólo seis semanas el evento empezó a escalar de maneras inimaginables. Ya no teníamos límites físicos de capacidad de asistentes, ni límites geográficos que nos impidieran contar con especialistas de otras regiones. Esas mismas fronteras borradas nos permitirían cumplir otro anhelo: el de invitar personas de otras provincias y localidades alejadas a las ciudades donde realizamos normalmente este evento para que compartan también sus realidades y desafíos.
Con más de 50 charlas, arrancamos un día de actividades que incluyó paneles con personas de diferentes países reflexionando sobre los mismos desafíos desde su óptica local, espacios de networking, de celebración, de aprendizaje sobre tecnología, herramientas digitales y estrategias. Y desde el primer momento empezamos a entender que estábamos vivenciando una experiencia única, donde el poder de la colaboración se lució en todo su esplendor.
Un FITS presencial tiene, normalmente, en promedio un total de 800 asistentes. El #FITSDigital2020 contó con casi 8.000 asistentes de 29 países en tan solo un día, demostrándonos que podemos pensar soluciones diferentes a los problemas que se presentan, y que somos muchas las personas que creemos en el poder la acción para cambiar la realidad. Escuchamos charlas entre referentes de comunidades rurales de Colombia, conversando con colegas de Argentina sobre los mismos desafíos, experiencias de mapeo colaborativo en África y proyectos tecnológicos de monitoreo ciudadano en Filipinas, intercambios entre diferentes actores de filantropía en la región. Conversaciones que, nos atrevemos a pensar, nunca habían sucedido antes.
La posibilidad de tener un chat en vivo para todo el evento y chats específicos en cada charla generó un intercambio continuo imposible de alcanzar en eventos presenciales, generando aportes de manera incesante a lo que las ideas y reflexiones de especialistas, ponentes y panelistas.
Gracias a las 6 salas en simultáneo, siempre había disponibles otras opciones para aprovechar el tiempo de la mejor manera posible, dando lugar a que nadie se quede en una sala que no le interesara. Y la increíble posibilidad de contar con gran parte de ese material grabado y presentaciones, para seguir impactando luego del evento.
Este FITS realmente trascendió las fronteras físicas para construir una verdadera Comunidad de Impacto Social en América Latina, y remarcó una y otra vez la importancia de mostrar cuáles son nuestros problemas con honestidad y salir de nuestra individualidad para que, en conjunto, encontremos nuevas soluciones a los desafíos que se presentan, aprovechando la tecnología para potenciar nuestro trabajo. Mas que nunca, estamos re-imaginando el sector social en la región, y éste es sólo el comienzo.