Las tecnologías vienen cambiando la forma en que nos vinculamos y la forma en que esperamos ser tratados por las empresas o organizaciones.
Hay personas en las ONG que saben los nombres, teléfonos e historial de todos sus donantes. ¿Pero qué pasa cuando tenemos gran cantidad de donantes, voluntarios o beneficiarios, o cuando simplemente cambiamos el staff con frecuencia? ¡La tecnología viene al rescate!
Los CRM (Administrador de relaciones con clientes, por su sigla en inglés) son sistemas informáticos donde podemos almacenar la información, automatizar procesos y medir resultados para mejorar la toma de decisiones. Con esto buscamos mejorar o volver a la relación personal con nuestros públicos, conociendo sus intereses, resolviendo sus problemas en tiempo, forma y generando un historial confiable.
Muchas organizaciones se acercan a la oficina para hablar de CRM, pero muy pocas están preparadas para el cambio. La gran pregunta a responder es: ¿Cualquier ONG puede implementar un CRM? La respuesta es “tal vez”. Para que una implementación sea exitosa no importa el tamaño de la organización, la cantidad de datos que manejan o la antigüedad.
Cuando una organización viene con necesidad de mejorar la comunicación y fidelización con sus donantes, y no sólo con curiosidad, es cuando estamos seguros de que puede llevar a cabo una implementación exitosa.
Los mejores resultados en un proceso de implementación de CRM se han dado cuando las organizaciones son conscientes de que :
– Necesitan cambiar su forma de trabajo para obtener mejores resultados,
– Este proceso implica una inversión – de tiempo y dinero- a largo plazo y que debe sostenerse en el tiempo,
– Las mejores decisiones estratégicas se toman respaldadas en una buena y confiable medición de datos.
Esta necesidad puede aparecer sola o después de realizar un análisis y diagnóstico interno.