En líneas generales, una conversión da cuenta de cuando una persona visita tu página web o tus redes sociales y realiza una acción importante para el éxito de tu organización. Las conversiones pueden ser catalogadas como “microconversiones” o “macroconversiones”. Las macroconversiones son el objetivo principal de tu organización y suelen tratarse de transacciones completadas como lo puede ser una donación. En cambio, las microconversiones son acciones muestran un interés y progreso por parte de quienes visitan nuestros canales digitales y, por lo tanto, marcan una potencial macroconversión. De hecho, otra forma de llamar a estar microconversiones es “leads” o “prospectos”. Un buen ejemplo de esto que una persona se registre en tu página web para recibir noticias sobre tu organización social.
Es recomendable hacer un seguimiento de las conversiones porque esto permite saber cuánto éxito tienen tus canales y qué contenidos o publicaciones generan un mayor impacto y atracción. Es clave utilizar eficientemente los datos que aporta esta métrica para mantener lo que funciona bien y corregir lo que no da resultados.
Las conversiones pueden agruparse en distintos tipos:
· Interacción: generan una respuesta a la publicación o nota → Ejemplos: cantidad de “me gusta”, comentarios, reposteos
· Influencia: provocan viralidad, o, en otras palabras, aumentan la exposición de la publicación → Ejemplos: publicaciones compartidas, clics a enlaces, menciones en portales digitales.
· Adquisición: implican algún tipo de ingreso para la organización → Ejemplos: donaciones, registros en eventos pagos, venta de productos sociales.
· Fidelización: hay un compromiso con la misión → Ejemplos: suscripciones al newsletter, personas aplicando a programas de voluntariado, permanencia en el sitio web por un lapso de tiempo determinado.
TIP PARA NUESTROS SITIOS WEB
Un elemento fundamental para poder comprender mejor los datos que nos brindan las conversiones es utilizar el embudo de conversión. Esta herramienta de Google Analytics permite visualizar el porcentaje de “acierto” en cada uno de los pasos que llevan a una conversión. Por citar un ejemplo, es posible crear el embudo de conversión para que haga un seguimiento de los pasos necesarios para registrarse en una página web. En este caso, la herramienta realizará un seguimiento de las tasas de finalización de cada paso, es decir, tendrá la información de cuántas personas completaron cada paso del formulario de registro, cuántos abandonaron el registro y en qué momento lo hicieron. A partir de la información que brinda “el embudo” se puede realizar cambios a distintas funciones que puedan generar problemas dentro del sitio y también potenciar lo que genera más interacciones.
Los datos que se obtienen con esta herramienta evitarán rebotes o visitas poco productivas. Además, brinda una aproximación sobre qué le sucede a la persona en el proceso de visita a tu web. Utilizando correctamente los datos vas a tener una ventaja fundamental para ir un paso adelante del resto y saber qué agrada más y qué no.
Ante cualquier consulta, en Wingu estamos a tu disposición. ¡No dudes en contactarnos a info@winguweb.org!
Por Nicolás Comolli para Wingu
Imagen de Carlos Muza en Unsplash